La belleza mediterránea de Jávea se puede corroborar desde muchos lugares, pero los 15 miradores que nos regala su litoral son una parada ineludible. Poca gente ha recorrido todos, ya que no se trata de una ruta senderista como tal, pero merece la pena marcarlos en el mapa para ir visitándolos poco a poco, durante los días que dure tu estancia en Jávea… ¡y en tus próximas escapadas! No es necesario que los recorras en orden y lo más recomendable es ir en coche de uno a otro, aunque hay tramos que también se pueden realizar en bicicleta. ¿Nuestro consejo? No tengas prisa y explora los caminos que salen de cada uno de ellos y que, en ocasiones, los conectan.
De norte a sur, desde el Parque Natural del Cabo de San Antonio hasta la Granadella, Jávea tiene 15 miradores repartidos por todo su litoral. ¿Nos acompañas a descubrirlos?
Mirador del Cap de Sant Antoni
Este mirador se encuentra en la Reserva Natural del Cabo de San Antonio, en el Parque Natural del Macizo del Montgó, donde Jávea se une con la vecina Denia. Aquí, no te puedes perder las vistas a toda la bahía de Jávea y a los acantilados desde el Faro de San Antonio, sobre todo al atardecer, cuando el cielo se tiñe de tonos rosados, rojizos y púrpuras, en función de la época del año.
Mirador Els Molins
Estos molinos de viento, llamados Molins de La Plana, empezaron a construirse en el S.XIV. Ahora quedan los restos de varias de estas construcciones, en diferente estado de conservación, que custodian Jávea desde lo alto. En este mirador podrás contemplar el Mediterráneo bañando la costa javiense pero también el casco histórico.
Mirador de la Punta de l´Arenal
Al final de una de las playas de arena más turísticas y animadas de Jávea, la del Arenal, hay un pequeño mirador. No es tan espectacular como el resto, porque no está a gran altitud, pero si vas a esta playa, conocida por sus restaurantes y terrazas, puedes acercarte a conocerlo. Allí existen aún los restos de una antigua factoría pesquera romana, cuando la actividad salazonera ya era parte de la actividad económica de la época.
Mirador de la Sèquia de la Nòria
Este mirador, también a nivel del mar, se encuentra sobre los restos de una antigua acequia romana: por ella entraba el agua del mar a los saladares. Aprovecha para darte un chapuzón en esta zona, conocida como el Segundo Montañar.
Cala Blanca
En esta zona, una de las más naturales de Jávea, también hay un mirador desde el que se puede ver lo que antes era la almadraba, donde se pescaba el atún. Cuando vayas a Cala Blanca, aprovecha para conocer el Chiringuito La Caleta… y para perderte por las calas de los alrededores o hacer esnórquel. ¡No te olvides de los escarpines!
Mirador de Caletes
Desde este punto ya comienzan a aparecer los abruptos acantilados que perfilan el litoral de Jávea. Al norte, dejamos el Primer y Segundo Montañar, zonas de aguas transparentes donde el baño es complicado, por la textura de la piedra tosca (antiguamente eran dunas que fosilizaron) y se puede ver hasta el Cabo de San Antonio. Al sur, nuestra vista alcanza hasta Cap Prim.
Creu del Portitxol
Desde esta cruz de piedra tosca salen varias rutas sencillas: puedes ir caminando hasta Cap Prim, si tomas el camino de la izquierda, o bajar hasta la Cala Portichol (también llamada Cala Barraca). Frente a nosotros aparece la Isla del Portichol, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por los yacimientos romanos que se han encontrado en ella, y a la que puedes llegar en kayak, barco o moto de agua: tiene 300 metros de diámetro y es muy codiciada por sus cristalinas aguas, perfectas para hacer buceo o esnórquel.
Mirador de L´Illa
Desde este mirador podremos contemplar, desde otra perspectiva, el islote, que tiene un gran valor ecológico y paisajístico, con sus frondosas praderas de posidonia oceánica, y también la fotogénica Cala del Portichol desde las alturas.
La Falzia
Es una de las panorámicas más espectaculares del litoral de Jávea: un balcón al Mediterráneo a 150 metros sobre el nivel del mar desde el que podrás admirar la costa, desde el Cabo de San Antonio y Cap Prim hasta Cap Negre. Siéntate en uno de sus bancos y deja que el Mediterráneo te hipnotice.
Mirador del Cap Negre
Entre bosques de pino mediterráneo, este mirador ofrece una postal muy completa de lo que es Jávea: un pueblo mediterráneo, protegido por el Macizo del Montgó, rodeado de naturaleza y salpicado de calas paradisíacas.
Mirador del Cap de la Nau
Es el punto más oriental de la costa valenciana y, por lo tanto, el más cercano a Ibiza. Justo aquí se encuentra el Faro de la Nao, cuyos alrededores merecen un paseo y, quizá, dejarse sorprender por el Mediterráneo en una de las mesas del restaurante Mirador de Jávea, que tiene una terraza privilegiada.
Les Pesqueres
Aquí, los valientes pescadores locales, de Jávea y del Poble Nou de Benitatxell, se descolgaban con cuerdas para poder pescar según el arte tradicional en las paredes de estos acantilados. De ahí el nombre de este mirador (“les pesqueres” son las estructuras de cuerdas y cañizos), que nos permite contemplar otra estampa inigualable, con el Mediterráneo como protagonista.
Mirador Ambolo
Una de las calas más vírgenes de Jávea es nudista y conserva su esencia intacta, pero actualmente está cerrada por peligro de desprendimientos. Lo que sí puedes hacer es observarla desde arriba, desde este mirador.
Mirador del Castell de la Granadella
Desde aquí podemos divisar ya la costa del siguiente pueblo: Benitachell, famoso por su espectacular Cala del Moraig. Desde esta antigua torre vigía, que fue edificada para defender la cala Granadella de las incursiones de piratas norteafricanos, se contempla toda la bahía.
Mirador de la Granadella
En lo alto de una de las calas más mediáticas de Jávea, por su imponente color turquesa, se encuentra este mirador que nos permite maravillarnos con el entorno natural de la Granadella: aunque lo más conocido es la playa, este Parque Forestal es una microreserva vegetal que cuenta con 600 hectáreas de gran riqueza botánica.